No son pocos los estudios que han demostrado los múltiples efectos beneficiosos para la salud del consumo diario de una o dos copas de vino. Recientemente, hemos conocido su impacto sobre la diabetes o como potenciador del apetito sexual, pero ahora también se ha descubiertos su capacidad para combatir la obesidad y ayudar a la pérdida de peso.
Durante 3 semanas, Linda Monk de 47 años, terminó sus cenas con una buena copa de vino tinto que le proporcionaba una sensación de saciedad y relax que impedía que cayera en la tentación nocturna de picotear galletas, dulces y chocolate. De esta forma, adelgazó alrededor de tres kilos y ahora su teoría parece que ha encontrado cierto respaldo científico.
Una investigación de la Universidad de Harvard durante 13 años con 20.000 mujeres ha concluído que las que bebían dos copas de vino diarias reducían en un 70% las posibilidades de obesidad frente a las que no lo hacían. Además, otro estudio sostiene que una copa de vino todas las noches incrementa el colesterol bueno HDL.
El National Institute for Alcohol Abuse and Alcoholism coincide en que cuando el alcohol sustituye a los carbohidratos, caloría por caloría, las personas tienden a perder peso, lo que muestra que se deriva menos energía del alcohol que de los alimentos.
Hay que dejar claro que todos los efectos saludables que se derivan del vino siempre están vinculados a un consumo moderado.
Fuente: Daily Mail
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